Caricias: arte universal y lenguaje íntimo

El filósofo griego Aristóteles vino a decir que la vida es lo que se toca.

Se toca con toda la piel pero la mano es el principal y más versátil instrumento del ser humano. Según muchos científicos, la obra más perfecta de la evolución.

Con la mano se pueden conjugar, para bien y para mal, infinitos verbos. Pocas acciones no tienen como protagonista estelar la mano humana.

Es un lenguaje sutil y un arte sublime al alcance de cualquiera. Sin embargo, para acariciar bien hay que saber con certeza cómo, cuándo y dónde.

Una caricia fuera de lugar puede ser peligrosamente negativa.

La manera particular de acariciar dice todo de ti, de tu sensibilidad, de tu inteligencia emocional, de tu empatía y de tu profundidad afectiva.

¿Qué sería de una relación erótica sin las caricias? Pura mecánica sexual o reproductiva.

Las caricias son mucho más

Cada caricia tiene su propio y peculiar misterio:

  • Tomarse las manos aporta confianza
  • Abrazarse indica proximidad sentimental
  • Mesar los cabellos muestra un afecto entrañable
  • Pasearse por el rostro del amante expresa complicidad mutua
  • Y un leve roce en los labios eleva la temperatura pasional hasta cotas insospechadas

 

Cuando hay confianza recíproca, el amante coge la mano de su compañero/a y le guia por su piel para que sepa lo que sí y no le gusta.

 

Las caricias son un fin en sí mismas. Insinúan y dan placer. La masturbación mutua es una modalidad especial de su potencialidad expresiva.

 

Para acariciar como tiene que ser debes dejarte llevar por tu creatividad sin ataduras ni prejuicios. Eso sí, pensando en todo momento que lo que a ti te gusta no es necesariamente lo que gustará a tu amante. Es preciso ser empático y mantener la mente abierta a sugerencias y deseos de tu pareja.

Olas de mar o brisas suaves

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Una caricia es como una ola rompiendo en la playa o una brisa alígera levantando con sutileza el pétalo de una flor.

También se pueden dar caricias metafóricas con las miradas, los gestos y las palabras.

 

Todo el mundo sabe acariciar. Libérate de ideas preconcebidas. No hay ninguna técnica infalible.

 

Y ten paciencia, muchas dosis de paciencia. Las prisas son enemigas mortales de las buenas caricias.

Toda caricia es un vaivén incesante. No existen pautas a seguir. No abuses hasta el aburrimiento de las caricias que gusten a tu amante. Regala sorpresas. Disfruta con el disfrute de tu pareja.

 

Si quieres ejercitar tus manos, cuídalas con cremas nutritivas y suavizantes. Además, puedes mover los dedos tomando las tradicionales bolas chinas o bien moldear formas diversas con plastilina o arcilla.

Con las manos, la lengua, los pies y bailando con los cuerpos en estrecho contacto, toda la piel de tu amante puede ser territorio para que broten caricias de gozo exquisito, especialmente en la espalda, muslos, abdomen y pecho.

Lugares donde las caricias sensuales provocan el máximo placer a las mujeres

Cabeza
Cara
Boca
Cuello
Senos
Zona baja de la espalda
Muslos
Labios mayores y menores
Clítoris
Perineo

Zonas donde las caricias eróticas vuelven locos a los hombres

Lóbulos de las orejas
Cuello
Frotar su espalda con tus pechos
Zona baja del abdomen
Muslos
Genitales
Glande del pene

Petting: sexo sin penetración

Se trata de mimar a tu amante… sin desnudarse, a base de caricias aderezadas con besos, rozamientos, susurros, gemidos, palabras fuertes o románticas, lametones, mordiscos, chupetones, miradas seductoras y masturbaciones mutuas por encima de la ropa interior.

No está de más utilizar juguetes eróticos e incluso disfraces de fantasía, de época o de roles específicos tomados de la realidad o de la ficción.
Frotarse enteros vestidos, adivinando la desnudez del amante es una forma de caricia total realmente excitante.

Primero fue una práctica de adolescentes pero ahora ya es un juego universal entre adultos.

Beneficios de las caricias

  1. Provocan pensamientos positivos
  2. Incrementan la autoestima
  3. Producen euforia, bienestar y felicidad
  4. Reducen los dolores físicos y el malestar psicológico
  5. Alivian la ansiedad, la tristeza, la melancolía y la depresión
  6. Fortalecen los vínculos afectivos

 

Acaricia y déjate acariciar. Es muy sano y saludable.

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