Sexo durante el embarazo

En un embarazo normal sin complicaciones, las relaciones sexuales no tienen ningún efecto negativo en el feto, el cual está protegido de forma natural y eficiente por los músculos del útero y el líquido amniótico.

Sin embargo, seiempre es más que prudente consultar la opinión de un ginecólogo.

Es encesario evitar presiones sobre el vientre de la mujer encinta, por tanto la postura del misionero es mejor descartarla. Ella sentada o encima de su pareja son posiciones más aconsejables.

El cunnilingus puede practicarse con seguridad, siempre y cuando se eviten soplos de aire en la vagina, situación que puede acarrear embolias gaseosas muy graves, incluso fatales, en el feto y en la futura madre.

El sexo anal no es recomendable con hemorroides asociadas a la gestación. Además, se pueden propagar infecciones bacterianas desde el ano a la vagina.

En todo momento hay que utilizar barreras protectoras contra las infecciones de transmisión sexual (ITS).

Relaciones sexuales prohibidas en el embarazo

En estas situaciones, nunca es aconsejable el sexo durante el embarazo.

Secreción de líquido amniótico
Sequedad vaginal
Historial previo de partos prematuros
Cuello uterino demasiado abierto
Placenta cubriendo la entrada del útero
Embarazos dobles o múltiples
Problemas inespecíficos en el cuello uterino

Beneficios de practicar sexo estando embarazada

Orgasmos más potentes
Consumo de calorías superfluas
Mayor afectividad en la pareja
Incremento de la felicidad y la autoestima
Estimulación sexual más intensa y eficaz

¿Y después del parto?

Como mínimo, hay que esperar un mes para volver a tener relaciones sexuales con penetración.

Dos factores fundamentales a considerar:

Seguir las instrucciones médicas a rajatabla
Que la mujer sienta que física y mentalmente está lista para reanudar su vida sexual plena

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