El Orgasmo
Resumen del contenido
No hay dos orgasmos iguales
Cada orgamo, pues, tiene su propia historia pero no dura más de unos pocos segundos. Su control corresponde al sistema nervioso autónomo.
Podemos definir el orgasmo típico como una una euforia inefable o descarga súbita o resolución repentina de una tensión sexual extrema. Lo experimentamos a solas, en compañía, con o sin penetración y de forma involuntaria. Muchas veces ansiar un orgasmo impide su placentera visita. Y cuando no lo llamas, viene sin previo aviso.
En la Antigüedad existian serias reticencias y tabúes hacia el orgasmo femenino, si bien se han hallado vibradores en forma de falo en Pakistán datados hace 6.000 años.
Durante la época medieval el orgasmo de las muejres era estigmatizado como diabólico y maligno.
La famosa pieza musical El Bolero, de Ravel, representa un orgasmo con fases repetitivas pero de mayor intensidad cada una de ellas que culminan en un clímax eufórico explosivo. Merece la pena escucharlo de nuevo desde esta peculiar perspectiva.
Fases del orgasmo
Excitación in crescendo. Las mujeres lo advierten en su lubricación intensa y la inflamación de los labios menores y mayores. Y los hombres en la creciente erección de su pene. Al mismo tiempo aumentan más que de forma notable la presión de la sangre, el ritmo cardiaco y la frecuencia respiratoria
Fase de estabilización o meseta. Se endurecen los pezones de las mujeres e incrementan su tamaño el glande y los testículos en los hombres
Finalización. Todo suele terminar con la eyaculación masculina y las contracciones del útero y la vagina en las mujeres. La eyaculación femenina es un tema aún en discusión
La pequeña muerte o periodo refractario. En las mujeres es casi imperceptible esta etapa posorgásmica. En ella se produce la detumescencia paulatina del pene y la petite morte acuñada por los franceses: ese instante más o menos prolongado de desvanecimiento en el que el estado de conciencia se relaja tanto que se percibe que uno mismo/a está como fuera del mundo tangible, en un más allá fuera de toda realidad corpórea
Para muchas filosofías orientales el coito es un acto espiritual que nos acerca a los dioses. El control consciente del orgasmo (tántrico y mediante otras técnicas mentales) permite orgasmos extendidos muy duraderos sin eyaculación masculina.
Al orgasmo se puede llegar por variadas sendas: coito, sexo oral, felación, cunnilingus, masturbación, sueños eróticos y estimulación de distintas zonas erógenas (pechos, pezones, tetillas…).
El orgasmo en las mujeres
El glande del clítoris cuenta con 8.000 terminaciones nerviosas, el que más tiene de todos los órganos humanos. De ahí su especial sensibilidad.
Casi todas las mujeres son multiorgásmicas por naturaleza no precisando, en condiciones físicas y psicológicas normales, tiempos de recuperación posteriores tras la culminación del orgasmo.
Todavía se considera que hay dos tipos de orgasmo femenico, vaginal y clitoriano, aunque hoy se cree que siempre es de la segunda clase ya que la vagina no tiene terminaciones nerviosas especiales. Además, durante la penetración, con pene o con vibradores, lo que en definitiva se estimula es el clítores o su área de influencia.
En la actualidad se sigue debatiendo acerca de si la vagina por sí misma es capaz de orgasmos singulares y propios.
El orgasmo masculino
Son minoría los hombres multiorgásmicos porque la inmensa mayoría necesita pasar por un periodo refractario de descanso para volver a una excitación compatible con el orgasmo.
Uno de cada tres hombres sufre o padece eyaculación precoz, que sucede en menos de un minuto después de la excitación sexual, incluso sin erección completa. Es una disfunción que puede deberse a factores tanto psicológicos como biológicos.
Por su parte, en la denominada eyaculación retrógrada, que no es considerada una enfermedad, el semen va directamente a la vejiga lo que imposibilita la fecundación del óvulo.
Los hombres pueden controlar mentalemente su momento propicio para eyacular siempre y cuando se hayan entrenado para ello con antelación.
Anaorgasmia: El orgasmo imposible
Se llama anorgasmia a la imposibilidad temporal o permanente de experimentar orgasmos. Es menos frecuente entre los hombres.
Una de cada 10 mujeres afirman no haber sentido nunca un orgasmo.
Las causas de la anorgasmia son muchas y variadas:
- Tratamientos médicos con fármacos
- Trastornos emocionales
- Patologías cardiovasculares
- Disfunciones neurológicas
Muchas mujeres no logran alcanzar el orgasmo, pero disfrutan plenamente del coito o de otros juegos o prácticas sexuales.